miércoles, 7 de noviembre de 2012

Cadáver exquisito



- Si estuviera soltera y no me hubiera casado.... me buscaría un amante.
- Ah, si? ¿ y lo hubieras querido?
- No, ¿para qué? Bueno a lo mejor si, si era un hombre bueno lo hubiera querido
- ¿Lo hubieras esperado desnuda?
- No digas estupideces
- Pero, si estamos hablando bien, te lo digo en serio ¿Cómo lo hubieras esperado? ¿Desnuda?
- No, me iba a acostar con él dormida. (risas... )
- ¡Te das cuenta de lo que me estás diciendo! Sabes algo.....

- [Helena] esa se fue, me dejo, se fue con otro hombre.
- Hahahahahahahah!!!

martes, 6 de noviembre de 2012

Un día cualquiera.

¿Qué es una necesidad y qué no lo es? ¿Qué es o debe ser importante? ¿Qué nos hace felices o desgraciados? .... ¿Es posible dar una respuesta coherente a preguntas de este tipo? 
No lo creo, lo que muchas veces creemos como necesario es sólo un artificio que nos imponen como necesidad, lo que no creemos necesario resulta que es vital para ser felices. Las cosas que nos parecen fundamente importantes, pueden perder su valor.... o las que creíamos insignificantes sólo en su ausencia apreciamos cuánto nos importaban. Y la felicidad y la desgracia, va cambiando como la persona cambia y sus concepciones de mundo también lo hacen. No hay nada nuevo en lo que digo, sin embargo, hay días en los que las cosas parecen un poco más claras, un poco más sencillas, y en cierta medida comprensibles. Son  días en los que no hay la necesidad que algo "especial" pase para darnos cuenta de esto, son días en los que en medio de la rutina y los pequeños espacios y conversaciones que se dan casualmente.... nos damos cuenta, levemente, pero con mucha claridad (ya que la claridad es leve, y la confusión pesada) de nosotros.
Es una extraña forma de conciencia que no ha sido pedida por nadie, que no es indispensable para nada, que simplemente como llega se va. A lo que me refiero es a el día de hoy, un día común y corriente, sin nada relevante que contar. Pero un día en el que soy consciente de mi misma de este extraño modo, no es que me sienta más linda, más inteligente, más alegre, más querida, más importante, más valiosa, más..... tampoco menos. Simplemente me siento yo, así sin más ni menos, sin comparación alguna con el mundo y mi lugar en este, porque realmente no sé cuál es. Probablemente no pasa nada diferente, pero siento que esta conciencia me brinda algo que es casi indecible. Soy consciente de que lo único que tengo es lo que soy, que me tengo que cuidar, que me tengo que valorar, que sólo yo soy culpable de lo que pienso y siento. A pesar de que el mundo me condiciona, yo tengo la capacidad de cambiarlo, de cambiarme. De que cada risa cuenta, de que cada comida cuenta, de que cada polvo cuenta (por más malo que sea), de que cada beso cuenta, cada palabra, cada silencio, de que cada sueño cuenta, todo puede cuenta.... pero que la única que los puede hacer contar soy yo. No digo esto con la intensión de generar algo en quien lo pueda leer, ya que nadie lee nunca este blog, y ya me resigne a esperar a que lo hagan, lo digo con el animo de que simplemente era esto lo que me nacía escribir y ya. Sólo termino diciendo que la tranquilidad que uno mismo se procura es uno de los bienes más grandes que alguien pueda tener... y que somos un tanto ingenuos en sacrificarlo o en darlo por alguien o algo.
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